Cómo proteger a sus hijos de virus y bacterias este año escolar

A medida que se acerca la temporada escolar, es posible que le preocupe la salud de sus hijos. Los ámbitos escolares pueden ser un espacio propicio para la proliferación de bacterias y virus. Si sus hijos se enferman, podrían necesitar tratamiento médico y hasta podrían contagiarlo a usted o a otras personas de su entorno.

Aunque seguimos inmersos en la pandemia de COVID-19, las vacunas han hecho posible prevenir los casos graves. Las medidas de prevención contra la COVID-19 que tome la escuela pueden variar y, a menudo, dependen de las reglamentaciones locales. Aun así, los niños pequeños pueden contraer diferentes infecciones, como el resfrío común, porque su sistema inmunitario aún se está desarrollando. A pesar del mayor riesgo de exposición a virus y bacterias, existen formas de mantener a sus hijos sanos y menos propensos a contraer infecciones graves.

Continúe leyendo para saber más acerca de cómo proteger a sus hijos de los gérmenes durante el año escolar.

Estar al día con las vacunas

Una de las formas más efectivas de proteger a sus hijos es asegurarse de que estén al día con las vacunas. Los proveedores de atención médica suelen recomendar un calendario de vacunación específico según la edad del niño. Puede preguntarle a su proveedor y consultar el calendario oficial de vacunación para ser proactivo con la salud de sus pequeños. En algunos casos, es posible que necesiten vacunas de refuerzo.

Consulte los requisitos de vacunación de la escuela (si los tiene) para asegurarse de que sus hijos puedan seguir inscritos. Las vacunas contra la COVID-19 también han sido aprobadas para menores de 5 años. Las vacunas pueden ayudar a prevenir los casos graves y la propagación de la infección.

Enseñar hábitos básicos de higiene y lavado de manos

Disminuir la exposición a diferentes virus y bacterias puede ser tan simple como lavarse las manos. Enséñeles a sus hijos las recomendaciones básicas, como lavarse las manos durante al menos 20 segundos o mientras cantan el “Feliz cumpleaños” dos veces. Explíqueles la importancia de lavarse las manos con frecuencia, ya que las bacterias y los virus pueden vivir en distintas superficies, como manijas de puertas y escritorios.

Dígales a sus hijos que eviten tocarse los ojos, la boca y la nariz con las manos sucias, y enséñeles a estornudar en el pliegue del codo para evitar la propagación de gérmenes a las manos y al medioambiente.

Promover hábitos saludables en general

Una forma esencial de protegerse contra las infecciones es cuidar la salud general. Debe tratar de que sus hijos tengan una alimentación sana con muchas frutas y verduras que contengan vitaminas importantes, como las vitaminas C y D.

Aliente a sus hijos a hacer actividad física en la escuela o a través de actividades extracurriculares. Podría interesarles practicar algún deporte. La actividad física puede ayudar al cuerpo a enfrentar el estrés.

Otro aspecto importante para estar saludable es dormir lo suficiente. Enséñeles a sus hijos buenos hábitos de higiene del sueño, como apagar la televisión, el teléfono celular u otros dispositivos electrónicos al menos dos horas antes de acostarse. Puede enseñarles a tener una rutina a la hora de acostarse para relajarse antes de dormir. Meditar antes de dormir puede ayudar a reducir el estrés y a relajar el cuerpo, ya que el estrés puede debilitar el sistema inmunitario. Los estudios demuestran que un sueño de mala calidad puede causar estrés y disminuir la capacidad del cuerpo para combatir virus y bacterias.

Conclusión

La mejor manera de protegerse contra los gérmenes en la escuela es estar preparado. Si sus hijos están al día con las vacunas, conocen las buenas prácticas de higiene y están sanos en general, deberían ser menos propensos a contraer infecciones graves. Y si se enferman, podrán combatir las infecciones rápidamente. Si sus hijos necesitan medicamentos recetados para tratar una enfermedad, podría ahorrar hasta un 80 % en medicamentos de marca y genéricos con Inside Rx. Además, Inside Rx puede ahorrarle costos en vacunas para su familia.

Llevar a su hijo a hacerse un chequeo anual también puede contribuir a reforzar los consejos y las sugerencias de salud del proveedor de atención médica. Si tiene alguna inquietud sobre la salud de sus hijos, debe hablar con el pediatra.